¡Hola! Soy Daniel, propietario de Casa Regino, y junto a mi mujer Alba, mi hija y su pareja los fundadores de este establecimiento de Turismo Rural.

Este proyecto nace de un viejo sueño de dar continuidad a una casa que no quisiera que desapareciese conmigo y una vez que todos estuvimos de acuerdo se lanzó la idea de crear una casa de uso turístico sostenible y que enseñase la riqueza paisajística y humana de nuestra población.

Datar la fecha de construcción de la casa es difícil pero baste citar que según la partida de nacimiento de mi abuelo Regino, sitúa que nació  allí el año 1890, siendo la casa de sus progenitores Francisco y Patricia.

Está situada en la Villa de Castejón, en la comarca de Los Monegros con 531 habitantes, a 466 m. de altitud y 165,53 km2 de extensión. La población se asienta al levante de una pequeña elevación donde existe un castillo medieval de donde tomará su nombre: Castellon Montis Nigris o Castilion de Montenigro.

Sus habitantes se dedican a la agricultura de secano (trigo, cebada, almendros, olivos, y vid) y en menor medida al regadío; a la ganadería (lanar, cabrío, apicultura y en los últimos años porcino y avícola).

Se trataba de una casa individual adaptada a actividades agrícolas y ganaderas. Constaba de dos plantas, de trazado rectangular y en este caso con orientación Este-Oeste. En la planta baja se hallaba el patio, de amplias dimensiones al que se accedía a través de una doble puerta compartida por animales y personas y al fondo la cuadra,  el corral de abajo, el corral de arriba y el cubierto con los graneros y el gallinar. Desde el patio se accedía al comedor, a la cocina con su gran hogar y la recocina y a dos habitaciones. Al final del patio se encontraba la escalera que se desdoblaba en dos tramos a mitad de la misma: uno se dirigía directamente a las alcobas y el otro a los graneros y la masadería. Reseñar el gran caño que se encontraba en el patio y que se descendía a través de 10 escalones de sillería hasta unos 3 metros de profundidad y en el que se encontraban tinajas a ambos lados y huecos para despensa.

Tras una primera reforma que se hizo a principios de los 50, en la que se añadió espacio en su parte posterior (por el camino, hoy calle San Sebastián) para poder entrar las caballerías por allí y sobre todo para dar cabida a la modernidad: el tractor; y una segunda reforma total (esta ya realizada por mis padres y mi tío), en la que se añadió a la antigua casa, las dos colindantes: Casa Conte y Casa Estanislao, para dar el resultado de lo que es hoy en día.

 

La casa consta de una vivienda de construcción actual y de dos patios interiores donde se conservan en perfectas condiciones, aunque algo modificadas, las antiguas construcciones agrícolas: graneros, cubierto, cubo y bodega del vino, cuadras, etc., donde se pueden observar los objetos más habituales de una casa agrícola (algunos aperos y herramientas de labranza, utensilios de la  matacia, masadería, etc.)

Todo esto no resta, a que puedas disfrutar de la tranquilidad que ofrece la población y sus gentes y poder leer, meditar… o simplemente descansar; poder disfrutar de una “cena con encanto” en cualquiera de los patios interiores adaptados para ello o de unos días inolvidables de ocio en plena naturaleza realizando a pie, a caballo, en bicicleta, en moto o en quad, las rutas que hay en la localidad: Ruta de la miel, Ruta de la Madre, Ruta de Jubierre,….